La comprensión científica es la técnica intelectual que posee las personas para manifestar ideas en conjunto que se han logrado de manera racional, objetiva, crítica y metódica.
Algunas de las características de la comprensión científica son:
Real:
Surge con el propósito de estudiar acontecimientos reales.
Trascendente:
Va más allá de lo real, se ejecuta un análisis y la comprobación constante del objeto de estudio.
Analítico:
Se describe y descompone cada una de los fragmentos del objeto de estudio con el propósito de llevar a cabo un análisis crítico y profundo.
Preciso:
Este tipo de comprensión busca dar respuestas claras y concretas para evitar las confusiones o ambigüedades.

Simbólico:
La simbolización permite constituir mejor las ideas y analogías. Un ejemplo es los métodos matemáticos.
Verificable:
Los resultados derivados a través del conocimiento científico deben ser llevados a diferentes pruebas para evidenciar los resultados obtenidos.
Comunicable:
Los estudios obtenidos deben presentarse de modo que cualquier persona pueda aplicarlo y entenderlo.
Metódico:
El conocimiento científico se produce de manera organizada y planificada para lograr seguir una serie de procedimientos y pasos a fin de conseguir conclusiones o resultados.
Predictivo:
Logra exponer los hechos o el comportamiento del tema de estudio, que ocurrieron en el pasado, que ocurren en el presente o puedan llegar a acontecer en el futuro.
Abierto:
El conocimiento científico está en constante crecimiento. Los métodos, objetivos y técnicas no son fijas y pueden cambiarse con el transitar del tiempo.
Útil:
La comprensión científica desde sus inicios intenta contribuir a la sociedad con herramientas y conocimientos valiosos que logren desarrollo en el ser humano tras la compresión de diferentes acontecimientos o problemas.
Universal:
Se considera universal ya que la comprensión científica se logra de tal manera que es independiente del espacio y del tiempo.